¿Cómo Interpretar la Etiqueta Energética de un Certificado? Guía para Propietarios y Compradores

Cómo Interpretar la Etiqueta Energética de un Certificado

1. Importancia de la Eficiencia Energética en Edificaciones

La importancia de la calificación energética es que se puede comprobar con exactitud el estado de la eficiencia energética del inmueble y tener en cuenta también dentro del precio final del inmueble la posible inversión que haya que realizar. Con ello queremos decir que un aislamiento perfecto influye en el precio del inmueble, de la misma manera que ocurre con las prestaciones de urbanización, equipos de clima, radiadores y dotaciones del proyecto. El consumidor o inquilino con el certificado obtendrá dos tipos de información. La primera es un valor global de la eficiencia energética del bien inmueble, y la segunda es el informe que acompañará al certificado de la eficiencia energética con medidas sugeridas que mejoren la calificación. La calificación y el informe son elaborados por técnicos competentes, que pueden ser arquitectos, aparejadores, ingenieros industriales e ingenieros técnicos industriales, cada uno dentro de su propio ámbito.

Queriendo ir un poco más allá, todos nosotros, bien por cuenta propia o por haber sido contratados por venta o alquiler, deberemos citar en la publicidad que hagamos del inmueble qué calificación energética tiene el mismo. Esto quiere decir que, por ejemplo, un cartel de venta, un contacto con un portal, un dossier para visitas, un cambio publicitario del inmueble, altas o modificaciones en portales, siempre que se realice voluntariamente, se deberá decir cuál es la calificación energética del inmueble, cosa que podemos hacer simplemente con la cita de las letras obtenidas o de la siguiente manera: El inmueble dispone de un certificado de eficiencia energética compuesto por una recomendación de medidas constructivas que mejoran la eficiencia energética y una descripción general de las características energéticas del inmueble concreto.

2. Componentes de la Etiqueta Energética

Asimismo, se indicará el ritmo de mejora de la eficiencia energética, según la siguiente escala: • Excelente: la eficiencia energética de la vivienda mejora a un ritmo superior a la media. • Buena: la eficiencia energética de la vivienda mejora a un ritmo mayor que la media. • Media: la eficiencia energética de la vivienda tiene una mejora similar al valor medio. • Regular: la eficiencia energética de la vivienda se encuentra por debajo del valor medio. • Mala: la eficiencia energética de la vivienda está muy por debajo del valor medio.

Rendimiento anual en consumo de energía primaria no renovable o emisiones de CO2. Así mismo, se indica el consumo de energía, expresando el valor del rendimiento en energía no renovable y la emisión anual de CO2, según el siguiente formato: En cuanto a los valores de los diferentes estándares de la edificación, ya sean oficiales o privados, que denotan una posible calificación térmica, incluida la calificación de emisiones a la atmósfera, se incluiría, por medio de este sistema de clasificación A+, A, B, etc., hasta D, F y G los correspondientes envolventes térmicos. La escala está definida desde Bajo (G) a Excelente (A) en función del valor del índice. Esta escala ha sido escogida con el fin de facilitar el cumplimiento de las actuaciones del CTE, aunque el valor de su escala no hace referencia directa al CTE.

2.1. Clasificación de Eficiencia Energética

Una vez examinados los datos, el técnico elaborará una clasificación de la eficiencia energética teniendo en cuenta las instalaciones de calefacción, refrigeración, ventilación, agua caliente sanitaria, iluminación y cualquier otro uso de energía. La clasificación de eficiencia energética irá de la A, la más eficiente, hasta la G, la menos eficiente. G también se asignará a aquellos edificios que sean inmuebles protegidos o de especial protección por su valor arquitectónico o histórico, tanto si siguen fieles a su estructura original como si realizan intervenciones de reforma siguiendo pautas tradicionales o con el fin de preservar sus valores históricos-constructivos. Hay que tener en cuenta que una puntuación cercana a la A solo se obtiene con edificios que estén plenamente adaptados a las demandas de acondicionamiento actuales, por lo que un sobreesfuerzo para llegar a esta clasificación no siempre resultará eficiente. Una vez seleccionadas las distintas tipologías de inmuebles o tipos edificatorios a analizar, así como el diseño de referencia y la orientación correspondiente, se prosigue con la clasificación de eficiencia energética del edificio. En función de la orden de referencia, según se trate de iluminación, consumo energético total o elevación: el usuario seleccionará el tipo de edificio de entre las tipologías disponibles. A continuación, el usuario introducirá, en su caso: la superficie del edificio, la orientación de fachadas, la zonificación por espacios de la envolvente térmica, la presencia de instalaciones térmicas singulares y el rendimiento energético de las mismas, así como el número de sistemas y consolas terminales por cada espacio.

3. Lectura e Interpretación de la Etiqueta

El etiquetado permite identificar inmediatamente la situación energética del inmueble. Se refleja en la fachada y en el acceso al edificio, de manera que quien esté interesado en alquilar o adquirir el inmueble, o quien esté pasando por delante, conozca rápidamente su situación. Se indica el grado de eficiencia energética global del edificio o vivienda en una escala que va de la A (edificio o vivienda más eficiente) a la G (edificio o vivienda menos eficiente, peor comportamiento energético). Además, la etiqueta incluye otra serie de datos que permiten valorar el comportamiento térmico del edificio o vivienda, y su consumo de agua y energía. En algunos casos, además incluirá indicadores sobre el consumo de agua y energía del edificio/vivienda, de manera desglosada. En función de la información adicional que incluya la etiqueta, la información se presentará de manera más visible o de otra.

En el apartado 3 de esta guía se detallan los indicadores que estarán incluidos en la etiqueta de los diferentes tipos de inmuebles existentes y el formato, color, tamaño. Suministramos modelos de etiquetas de cada Comunidad Autónoma, tanto para edificios nuevos o compraventa como para viviendas en alquiler. Dada la situación actual, en la que el futuro de la normativa es incierto, recomendamos que antes de encargar el certificado, pidan este documento al propietario y asegúrense de que, además del certificado, entregan la etiqueta realizada por el técnico correspondiente. Esto es importante no solo por la información que le aportará para comprar o alquilar el inmueble que necesita, según la demanda o las necesidades del propietario, sino además porque la etiqueta deja claro si el edificio cumple con todas las exigencias normativas o no hará como “documento acreditativo de la situación administrativa”, si se quiere realizar alguna operación de compra-venta, entrada en póliza de alquiler y prórroga voluntaria, e incluso da fe del mismo en procedimientos judiciales.

3.1. Símbolos e Indicadores Clave

En esta parte de la etiqueta puede encontrar dos recuadros que le ayudan a interpretar la calificación obtenida. En el primero, se traduce a kWh/m²·a el valor de consumo de energía primaria no renovable obtenido en el cálculo comparativo. En el caso de 'energía convencional', podrá comparar su consumo con el de un edificio de nueva construcción que cumple el DB-HE. En el caso de 'energía no convencional', podrá compararla con el de un edificio equivalente que dispondría de un sistema que aproveche esa energía en cuanto sea viable técnicamente. En la siguiente página del informe se hace una pormenorizada explicación de las metodologías y cálculos seguidos para obtener estos valores de referencia.

En la parte inferior de la primera cara de la etiqueta de calificación, también puede encontrar el valor en CO₂ del consumo calculado, quedando así homologada la información energética. El dato declarado no se encuadra en ninguna de las tipologías de emisión; se refiere a todo el ciclo de vida de la energía, siendo, por lo tanto, más representativo y útil para comparar su edificio con otras necesidades energéticas, independientemente de la energía que emplee uno u otro. Así, por ejemplo, si su instalación de climatización utiliza una biomasa con emisiones nulas y pretende comparar su edificio con otro que utiliza energía eléctrica, en esta sección podrán encontrar ambos el impacto que este apartado supone en sus balances.

4. Beneficios de Comprender la Etiqueta Energética

Supongamos que usted está ahora enamorado de una vivienda, está convencido de que es la casa perfecta, pero la etiqueta energética nos informa de que la vivienda tiene una calificación energética que nos resulta poco atractiva. Esto no significa que la vivienda no sea adecuada o que no esté interesado en ella. Pero sí lastrará el precio que ha de pagar por ella. Y si está interesado en comprarla, tendrá que estar dispuesto a realizar mejoras en cuanto a eficiencia energética, lo cual también tendrá un coste añadido. Pensemos, cualquiera que estuviese interesado en comprar un ático dúplex en la segunda planta, probablemente preferiría pagar menos por la vivienda; pero también sería una buena oportunidad de futuro que no puede ser desaprovechada. Le ayudamos a interpretar esas etiquetas para que esté bien informado y consciente de los costes futuros.

Al contrario, si está interesado en vender, al tener una A es motivo claro de aumentar el precio de la vivienda, saliéndole incluso gratis las mejoras que pueda realizar antes de venderla. Tiene probablemente un inmueble muy atractivo para quien esté interesado en ahorrar en la factura. Un ejemplo claro sería ofrecer a los futuros compradores que le incluirá en el precio inicial las bombillas de la casa con tecnología LED.

4.1. Ahorro Económico y Sostenibilidad Ambiental

El ahorro económico asociado a la calificación energética por cambios en el combustible, la mejora de la envolvente térmica o la adecuada instalación de sistemas e iluminación es garantía de la disminución del consumo energético y la reducción de emisiones. Al igual que ocurre con el electrodoméstico, el ahorro asociado permitirá recuperar una parte, mayor o menor en función del sistema, la inversión realizada en la reducción de la calificación de eficiencia energética, contribuyendo positivamente al ahorro económico y a la sostenibilidad. En el caso del usuario del producto, significa que este producto consume entre un 20% y un 50% menos energía y, por tanto, costará menos en términos monetarios y será más limpio que si no llevase la calificación. El calentamiento global es un fenómeno ampliamente confirmado. La atención se centra en los gases de efecto invernadero, principalmente el dióxido de carbono, que proviene sobre todo de la producción y uso de energía, pero también del cambio del uso del suelo, la deforestación, variabilidad climática y otros sectores económicos. La clasificación de eficiencia energética se basa en el hecho de que el consumo de energía en el ciclo de vida es en gran parte responsable de la emisión de los gases derivados del efecto invernadero y, por lo tanto, tiene un efecto directo sobre el calentamiento global. La legislación en materia de eficiencia energética impulsa la reducción de emisiones asociadas a la generación de energía primaria para el calentamiento y la refrigeración de los edificios, el consumo residual de energía y la mejor utilización de energías limpias. Hay un objetivo a largo plazo relacionado con la reducción del calentamiento global que tiene efectos o requisitos muy concretos y objetivos a corto-medio plazo en el ámbito de la eficiencia energética de los edificios.

5. Comparación de Etiquetas Energéticas

Si eres un propietario y estás pensando en vender tu casa, te recomendamos solicitar varios certificados a distintos profesionales y luego comparar qué información aparece en cada uno de ellos. Así, podrás elegir el que mejor valores que se ajusta a la realidad de tu vivienda. Si eres comprador, debes solicitar a un experto que te haga los cálculos energéticos y, de esta forma, podrás comprobar la veracidad del certificado. La inclusión deberá presentar el siguiente contenido: Clase: “Consumo de energía primaria (tanto la calefacción, refrigeración, ventilación y ACS, como de iluminación) en kWh/m² al año y las emisiones de CO2 en kg de CO2/m² al año”. En este caso, se otorga a las edificaciones una clasificación de la A a la G (A++ para la calificación energética más efectiva), teniendo en cuenta tanto el consumo de energía primaria, como las emisiones generadas durante un ciclo de vida determinado. Amplitud de la información: Además, deberán incluir otras informaciones de carácter obligatorio, como porcentajes de energías renovables, tipología de combustible y emisiones de CO2 o medidas realizadas.

5.1. Diferencias entre Clases de Eficiencia

La letra C representa casi un 30% más de emisiones que la letra A. En definitiva, un electrodoméstico A supone unas emisiones acumuladas hasta el primer cambio mecánico del electrodoméstico, aproximadamente un 50% inferior a un electrodoméstico B, y casi un 70% inferior a un electrodoméstico C. Del mismo modo, tanto el menor consumo energético como la reducción de emisiones comportan un ahorro económico y una disminución del impacto ambiental, habida cuenta de que la electricidad consumida tanto en una clase como en otra procede de fuentes de energía respetuosas con el ambiente.

Las diferencias entre clases de eficiencia son similares a las que existen entre clases de valoración, aunque en este caso la clasificación de modelos de electrodomésticos o de vehículos no es lineal, sino que se agrupan por subclases dentro de cada categoría. Para los electrodomésticos, la Línea de Etiqueta Tope es donde se coloca el aparato de la clase B, que corresponde a la línea a partir de la que la eficiencia energética empieza a ser muy superior a lo que hasta la fecha se ha conocido. Para los vehículos, el corte entre E y el resto de las categorías es la Línea de Inicio de las Etiquetas Bien, que nos indica a partir de qué emisiones algunas categorías situadas por debajo consiguen, sin ninguna ayuda de otro tipo, obtener valores equivalentes o inferiores.

6. Errores Comunes al Interpretar la Etiqueta

Uno de los errores más comunes es la mala interpretación de la letra del rango del inmueble con el que se compara en la etiqueta, que se presenta en un color más oscuro que el resto para que destaque. La forma adecuada de interpretar el rango de calificación de la letra es de un color más oscuro que el otro. No todos los inmuebles tienen los mismos rangos de calificación y no por tener mejor letra el inmueble han de tener todos los inmuebles de su mismo rango mejores calidades que él. Esta información servirá para que el cliente vea en qué situación se encuentra el inmueble con respecto a los demás, pero quedándose con la mayor información del porqué de dicha calificación al ver las medidas o soluciones propuestas. No deben dejarse llevar por la calificación, sino que deben visualizar las mejoras que se les proponen porque se puede encontrar que un edificio tenga la misma letra que otro de su rango y no tengan nada que ver, así como en ser que la calificación con las medidas de mejora propuestas vaya a ser mucho más costoso ejecutarlas. También es importante atenerse a la legislación vigente en causa de la calificación exigida para que las inversiones no sean infructuosas en un futuro más próximo de lo deseado. Es interesante recalcar que una clasificación energética no significa que un inmueble consuma menos energía que otro de una clasificación inferior, sino que se ha calificado mejor en base a un conjunto de requerimientos energéticos establecidos por los técnicos especializados en la materia, tanto en construcción como en reparación y reforma.

6.1. Malentendidos sobre Consumo y Costos

Se podría pensar que el inmueble A consume más energía y es, por tanto, más caro de mantener. No siempre tiene por qué ser así. La calificación obtenida se ha calculado únicamente en base al consumo del inmueble, pero no incluyendo otros factores que podrían ser claves a la hora de evaluar lo que vamos a pagar por la energía y las emisiones de CO2 derivadas. Así, podríamos tener dos inmuebles con la misma calificación energética: uno con muy buen aislamiento térmico y certificado para uso con bomba de calor, con precio bajo para el kWh, y el otro con calefacción de radiadores de agua, con un coste superior.

Un inmueble podría considerar adecuado invertir en algún sistema de ahorro de combustible por la importancia del peso que tiene el mismo en el coste del combustible, pero si ese mismo inmueble tuviera un precio del gasoil más bajo y una calificación de eficiencia energética más baja en comparación con el mix de referencia habitual, el comportamiento anómalo sería ese: el consumo de energía y las emisiones de CO2 respecto a dicho mix serían inferiores, aun si no se realizaran dichas inversiones.

Ejemplo: No es lo mismo una casa con una norma de consumo de 20, que tiene dos horas de sol diarias, que una con una norma de consumo de 150 en un lugar donde están 9 horas al día. La primera podría no estar alcanzando el bienestar e intimidad que desea y, por lo tanto, el gasto energético en calefacción de interiores es exagerado, por lo que, tal vez, el coste energético es excesivo y el valle de coste energético esté girado con respecto al valle de consumo.

7. Recomendaciones para la Mejora de Eficiencia

Detallamos una serie de recomendaciones generales que incluyen medidas de mejora para algunos de los apartados del inmueble, además de otra serie de consejos para aplicar en el hogar en general:

- Climatización. Las viviendas deben estar aisladas térmicamente tanto en invierno como en verano. Colocar elementos como toldos, persianas y cortinas en las fachadas con huecos, de manera que podamos controlar el paso de la radiación solar y protegernos de la pérdida de energía a través de los huecos. Colocar cerramientos de la máxima calidad para que sean un buen aislante y que sean herméticos, de manera que no haya fugas de aire del interior al exterior. Utilizar sistemas de bombeo de energía más eficientes, además de tener el equipo ajustado a la demanda del edificio por zonas. No dejar las puertas abiertas y controlar los recorridos del aire para no subir la sensación térmica del edificio. En climatización en verano, intentar adecuar un sistema de refrigeración pasivo utilizando solo la ventilación natural con la ayuda de instalaciones de sombra.

- Iluminación. Utilizar sistemas de iluminación en general que maximicen la eficiencia del sistema. Controlar la luz que recibe una estancia en función del uso, dejando más luz para el trabajo y menos para zonas de descanso. Controlar que las persianas, tanto interiores como exteriores, no dificulten el paso de la luz y tener siempre en consideración el ahorro energético.

7.1. Implementación de Medidas de Eficiencia Energética

La implementación de medidas en un inmueble permitirá al propietario obtener de forma objetiva una calificación más eficiente (A, B, C), lo que facilitará la venta o alquiler del inmueble al producirse valores superiores en transacciones con respecto a inmuebles sin medidas. Por el contrario, las viviendas con una calificación energética deficitaria (D, E, F, G) serán estigmatizadas en el mercado, portando el rótulo de ser ineficientes en términos energéticos, pudiéndole restar el interés al público que busca inmuebles con consumos bajos.

Se marca como objetivo “promover la eficiencia energética en el sector residencial”. Para ello se formula la siguiente actuación: promoción de la reforma y mejora de la eficiencia energética para reducir el consumo de energía en edificios, mediante estudios y auditorías energéticas, certificación obligatoria de la eficiencia energética de los edificios y financiación de las obras. A su vez, generalización de las buenas prácticas guía con apoyo en la sensibilización ciudadana y empresarial. Alcanzar la penetración del 80% de edificios más eficientes (Grado A-B-C, D hasta F, G) semejando a los edificios anexos, donde el 80% de los inmuebles de una misma tipología se encuentran incluidos en la eficiencia energética A-B-C para una urbanización con 40 bloques o edificios.

8. Impacto de la Etiqueta en el Mercado Inmobiliario

La información suministrada hasta ahora pone de manifiesto que se han dado pasos importantes a nivel internacional para identificar y cuantificar el impacto energético en la valoración del inmueble, a través del desarrollo de unidades energéticas y programas de calificación de inmuebles, así como estudios cuantitativos que demuestran que a menor consumo energético, mayores tasas de rentabilidad para el arrendador y menores probabilidades de incurrir en un impago. Sin embargo, a nivel español, en general no hay medidas concretas que analicen la eficiencia energética en el momento de la valoración para la venta o alquiler de inmuebles.

No obstante, en ámbitos locales como el mercado de oficinas del centro de negocios de Cataluña, se ha puesto en valor la implantación de determinados sistemas eficientes en la edificación para una mejora de la rentabilidad, realizando rankings en el que se refleja que los edificios con calificación obtienen unos ingresos superiores y un ROI superior a la actividad y a los valores de mercado y a su estimación a 10 años. Se estima que habrá de reactivar dos efectos claros: sobre el valor patrimonial y sobre los edificios de uso no residencial. A través de datos de las índices, se observa que el valor patrimonial ha alcanzado una bajada acumulativa desde máximos en el voluntario respecto al primer trimestre de 2016, siendo el descenso en términos de esta reducción, es decir, del valor máximo al mínimo según tipos de uso.

8.1. Valoración de Propiedades con Etiquetas Energéticas

De su calidad, aparecerá señalizado en la etiqueta dónde está dentro de su escala junto al triángulo. Cada escala se representa mediante rangos distintos, y la propiedad se englobará dentro de un rango u otro dependiendo del valor obtenido, determinado según un criterio de clasificación y cualificación del edificio.

La variable clave por la que estarán dispuestos los consumidores reales a pagar más por viviendas energéticamente más eficientes es el ahorro que conseguirán con el menor consumo de energía. Comprar o vivir de alquiler en inmuebles con baja cualificación energética supone un doble gasto al tener que pagar una cuantía significativa para afrontar los costes de la energía que hay que consumir. Así, quienes piensan comprar una vivienda son propietarios típicos a nivel mundial, deben saber que las viviendas energéticamente no cualificadas o poco eficientes generalmente tienen una baja luminosidad natural y una climatización ineficiente. Por tanto, el propietario asumirá "el derroche económico que suponen las acometidas consumidas en un edificio mal orientado o mal construido; un lenguaje repetido en las grandes ciudades que siguen creciendo de espaldas a la fenomenología climática". Además, el inquilino también asumirá el gasto de agua caliente si la generación es individual y, sobre todo, tendrá un marcado incremento de las emisiones de NOx cuando se utiliza la calefacción. Entenderán ahora las pruebas del éxito de las ventajas de las virtudes del edificio sostenible.

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